Anda, dame ya un par de pastillas de esas, que por miedo aún no sé exactamente a qué, hace un siglo que no piso Madrid.
sábado, 9 de marzo de 2013
Anda, dame un par de pastillas de esas...
Voy a empezar a decirte algo que no sé si debería decirte, pero... Joder, hace un rato, cuando he bajado al parque, he empezado a ver cosas. Sí, claro que veo cosas continuamente, pero tú ya me entiendes... Lo que quiero decir es que he visto ciertas cosas. No, no me hagas decírtelo, por favor... No, a ver, que va enserio. No quiero. ¡No puedo decírtelo! He visto dos amantes... Mierda, lo dije. Eran dos amantes que ni siquiera se conocían. Estaba cada uno en un extremo del parque, sin mirarse, sin olerse, sin ser conscientes de que asistían a la soledad del otro. Y no. No te rías. ¡No te rías! No tiene gracia. Tú ya estás acostumbrado, pero para mí todo esto es nuevo, ¿sabes? Tengo miedo, te lo prometo.
Anda, dame ya un par de pastillas de esas, que por miedo aún no sé exactamente a qué, hace un siglo que no piso Madrid.
Anda, dame ya un par de pastillas de esas, que por miedo aún no sé exactamente a qué, hace un siglo que no piso Madrid.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario